Radazul Tenerife

Descubre Radazul: un pueblo costero de Tenerife

Bocacangrejo, Tenerife: tradición, mar, gatos y arte en un rincón escondido

Bocacangrejo es un pequeño núcleo costero situado entre Radazul y Tabaiba, en la isla de Tenerife. A pesar de su cercanía a zonas más desarrolladas, este enclave ha logrado mantener intacta su esencia marinera, convirtiéndose en uno de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo.

A simple vista puede parecer un conjunto de casas apiladas en la ladera de un barranco, pero en cuanto uno se adentra por sus calles estrechas, descubre un mundo lleno de color, expresividad, comunidad y silencio. Bocacangrejo no tiene grandes playas de arena ni hoteles, pero ofrece algo mucho más valioso: autenticidad.

La entrada al paraíso

Cartel de bienvenida pintado a mano en Bocacangrejo

Una flecha pintada a mano con el mensaje “Bienvenido a Bocacangrejo” es la primera señal de que este lugar no es como los demás. La carretera desciende de forma serpenteante hasta encontrarse con el mar. Desde lo alto, se puede ver el Atlántico en calma, y las casas que parecen sostenerse sobre la roca volcánica.

Un pueblo hecho a mano

Pared decorada con murales y objetos reciclados Composición con cañas y mensaje 'Esto mata'

Todo en Bocacangrejo tiene un toque artesanal. Las decoraciones en las fachadas, los murales improvisados, los altares entre las rocas y hasta los muebles reciclados en plena calle transmiten una identidad colectiva marcada por la creatividad y la expresión popular.

No es raro encontrar cañas de pescar colgadas en las paredes junto a herramientas viejas y mensajes como “Esto mata”, que invitan a la reflexión sobre el consumo o el mar. En otras zonas, flores, caracolas, corazones de colores y figuras religiosas decoran las piedras. Todo parece decir: “Aquí la vida se vive a nuestro modo”.

Vida comunitaria y espacios públicos

Cancha deportiva local en Bocacangrejo Fachada de la Asociación de Vecinos de Bocacangrejo

La vida aquí transcurre sin prisa. Hay una cancha donde los niños juegan, una sede vecinal que organiza encuentros y un espíritu colectivo que se nota en cada detalle. Los bancos colocados frente al mar no están ahí por azar: son puntos de encuentro y de contemplación.

Gatos, flores y plataneras

Dos gatos negros descansando en una entrada Platanera creciendo junto a una vivienda

Los gatos son parte del paisaje. Reposan en los portales, caminan sobre las barandillas y parecen los verdaderos guardianes del pueblo. Las plantas en macetas y las plataneras improvisadas en cualquier rincón muestran el ingenio de los vecinos para embellecer su entorno.

Fe y devoción entre rocas

Capilla blanca entre las casas del pueblo Altar decorado con flores y figura religiosa

El pueblo cuenta con la Ermita de la Virgen del Carmen, donde la comunidad se reúne en ocasiones especiales. También hay un altar excavado en la roca, rodeado de plantas y flores, que demuestra la devoción y respeto de los vecinos por sus creencias.

El mar como compañero

Vista de la costa rocosa y el mar desde Bocacangrejo

Bocacangrejo no tiene una playa de arena como otras localidades cercanas, pero su costa rocosa ofrece un contacto directo con el océano. Los atardeceres desde aquí son mágicos, y el sonido constante de las olas acompaña cada paso. Es un lugar perfecto para quienes buscan rincones ocultos de Tenerife, alejados del turismo convencional y llenos de alma.

Rincones con mensaje

Rincón decorado con muebles reciclados y plantas Mensaje pintado: 'Sonríe, estás en el paraíso'

Uno de los aspectos más entrañables de Bocacangrejo son los mensajes escritos por sus habitantes: “Sonríe, estás en el paraíso”, “Vivir en paz es fácil, no molestes a los ángeles”… Más que frases bonitas, son una declaración de principios de todo un barrio.

¿Cómo llegar a Bocacangrejo?

Este núcleo costero se encuentra al sur de Radazul y se accede por una carretera secundaria que desciende hasta el mar. Es mejor llegar en coche o moto, y tener en cuenta que las calles son estrechas y empinadas. El acceso es limitado, pero todo esfuerzo merece la pena.

Consejo final

Si visitas Bocacangrejo, hazlo con respeto. Es un lugar tranquilo, habitado por vecinos que han hecho de este rincón un ejemplo de convivencia, arte y vida sencilla junto al mar. Es uno de esos lugares que te invitan a quedarte en silencio, a mirar con otros ojos, y a entender por qué la belleza verdadera está en lo sencillo.